Estaba en la calle con mi hermanita Coni, mi mamá acababa de morir y estabamos solitas, en Segovia hace mucho frío en invierno y nosotras eramos muy pequeñas, un señor nos recogió y nos llevo a su casa, estabamos calentitas y nos daba de comer en biberón, pero la felicidad no dura para siempre. El se tenía que marchar y no nos podía tener allí.
Así llegamos a Lara, con 4 meses y muy guapas. Mi hermanita ya ha sido adoptada y tiene su propio hogar y una familia, y yo sigo haciendome mayor aquí solita
