Betty nació y vivió los primeros meses de vida feliz y protegida junto a su madre y el resto de sus hermanos, pero un desgraciado día, la separaron bruscamente de su familia y aún indefensa y sin saber buscarse la vida, la soltaron en medio de unas cuadras con el único fin de que cazara ratones.
Betty estaba terriblemente asustada y desconcertada, buscaba y buscaba el calor y refugio de su madre pero allí no había nada, ni nadie que la ayudara, estaba sola y condenada, y así fueron pasando los días, las semanas y los meses para la pequeña Betty, apenas encontraba comida, estaba muy delgada y perdida y llegó el invierno, el frío y las heladas... hasta que Betty no aguantó más y la encontraron prácticamente paralizada y aletargada, no se podía mover de la parte trasera, se arrastraba, temblaba y tiritaba... pensamos que podía haber sido golpeada por un coche o que tenía algo neurológico, pero Betty estaba literalmente congelada y muriendo de hipotermia.
Su cuerpo desnutrido no aguantó el largo y duro invierno, bastó ponerla calor y suero calentito para que esta linda gatita reviviera de nuevo... ahora esta monada está llena de vida. Betty es buena y tranquila y con cariño y dedicación ha ido cogiendo confianza en la gente y poco a poco se va haciendo más sociable, aunque cuando no te conoce se muestra algo prudente y distante, pero no puede ocultar, porque ronronea y se pone panza arriba, que está deseosa de caricias y compañía. Solo necesita una familia amante de los gatos que la entienda y la dé su tiempo, solo pide eso...
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ANUNCIO PUBLICADO POR: Protectora Huellas. De Avila
