El hermano de Truhán, de la camada de Cacicedo, era un gato bastante arisco, que bufaba y se ponía muy tenso si le intentabas tocar. Una compañera se le ha llevado acogido a su casa para sociabilizarlo y el cambio que ha pegado en un mes es espectacular. Ahora le encanta acurrucarse en el sofá o en la cama junto a su familia de acogida, se va relajando con las caricias y creemos que ya está preparado para encontrar una familia definitiva. Tiene casi 5 meses.