Os queremos contar la historia de Ori, el gato. Una historia con un final feliz, aunque todavía nos falta encontrar un hogar definitivo para él. Es una historia de solidaridad y colaboración que nos anima a seguir adelante con este proyecto al dejarnos de manifiesto, una vez más, que existen muy buenas personas en este mundo y que merece la pena seguir luchando.
A Ori lo atropellaron en Orihuela del Tremedal. Debió de estar un par de días arrastrando su cuerpo herido y magullado por las calles del pueblo. Afortunadamente para él esos días estaban por allí Gabriel y su familia que no pudieron mirar hacia otro lado y recogieron a Ori. Se pusieron en contacto con la protectora y les dijimos que si lo podían bajar a Teruel, a la Clínica Veterinaria Teruel para valorar su situación. No dudaron un instante, metieron a Ori al coche y bajaron rápidamente a la clínica.
La noticias no eran buenas, Ori tenía las dos caderas rotas y la operación era muy cara, a pesar, de que la Clínica únicamente nos cobraba los gastos de material (como en muchas otras ocasiones). Aún así a la protectora le resultaba complicado asumir ese gasto, por lo que, de nuevo, Gabriel y su familia no dudaron y se ofrecieron a pagar la operación....Ori tenía una esperanza de salir adelante. Nosotros nos movimos inmediatamente para buscar una buena casa de acogida donde Ori pudiera pasar su convalecencia que sería larga y muy delicada y llamamos a Pilar, que tampoco dudó un instante en acoger a Ori para realizar todos los cuidados que fueran necesarios hasta que se recuperara.
Ori entró en quirófano. La operación fue larga y complicada, pero todo un éxito. Al día siguiente Ori ya se ponía de pie. Estábamos alucinados de su resistencia y sus ganas de vivir, un gato fuerte, cariñoso y precioso...
Por el momento Ori sigue en la clínica recuperándose de la operación pero muy pronto esperamos que se vaya a casa de Pilar. Allí permanecerá hasta que se ponga bien pero necesita una familia que lo quiera y lo cuide tanto como lo han hecho la familia de Gabriel, todo el equipo de la Clínica Veterinaria Teruel y Pilar que está deseando llevárselo a su casa (pero que no lo puede tener de manera definitiva ya que tiene el cupo completo).
Gracias a Gabriel y a su familia por salvar a Ori de una muerte segura , lenta y dolorosa, por su colaboración económica y por su preocupación por él... seguimos en contacto.
Gracias como siempre a Mariví y a todo su equipo veterinario que realmente obran milagros salvando animales como Ori y dándoles una segunda oportunidad. Sin vosotros este proyecto que es la protectora sería inviable. Sois nuestro equipo y estamos orgullosos y agradecidos de poder contar con vosotros.
Gracias a Pilar que en cuanto le contamos la historia le hizo un hueco a Ori en su hogar y está esperando para poder llevárselo...
Esperamos que pronto aparezca esa familia que seguro está esperando a Ori y poder decir definitivamente que esta historia ha tenido un final feliz.