Muy sociable con las personas pero un poco cascarrabias con otros perros. Fue rescatado por los bomberos de una fosa de unos 6 metros de profundidad, cerca de las vías del tren. Había un metro de agua en el fondo y tuvieron que bajar con escala y subir al perro en una cesta de seguridad. Estaba exhausto de estar nadando para no ahogarse. Antes de arrojarlo al pozo le habían pintado la cara con pintura blanca.