Pipa estuvo viviendo de cachorrita en una casa, para que después cuando aún no sabía protegerse ni buscarse cobijo ni alimento, fue abadonada junto a su hermana Pusca a la peor de las suertes. Quizás el motivo fue que no las encontraron utilidad alguna, o tal vez porque no eran de pura raza.
Pero esta perrita, la verdad es que nos alegra cada día con esa cara y mirada expresiva que deja ver la esperanza y la ilusión que su dulce corazón alberga por encontrar una familia, un hogar, y un nuevo mundo que la ayude a dejar atrás sus duros y tristes días y meses de abandono. Todo ello porque nadie supo ver dentro de su alma, porque nadie valoró la lealtad y compañía que está dispuesta a dar, y todo porque nadie la ofreció las caricias, el cariño y el aliento con el que ella nos recibe cada día.
Pipa es un ejemplo de bondad, de alegría y nobleza, sólo necesita una oportunidad, la posibilidad de demostrarte día a día todo lo que lleva dentro y está dispuesta a dar, pero con una condición, que no la vuelvan a abandonar.
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ANUNCIO PUBLICADO POR: Protectora Huellas. De Cañada de Valdebaldío