Pizca no ha tenido suerte en la vida, esta empieza formando parte de una pareja desestructurada, tras un corto espacio de tiempo feliz llega la separación y con ella su vida en cautiverio.
La responsabilidad de tener un peludo es grande y no todo el mundo está dispuesto a sacrificar libertades, dar paseos y dedicar tiempo a un animal concreto, esto es lo que ha pasado con Pizca. Es una perrita de dos años que ha salido en contadas ocasiones a la calle. Ella es simpática, cariñosísima, divertida pero un poquito mal educada.
Pizca convive maravillosamente con gatos pero necesita ser perra única por que debido a sus escasas salidas no está muy socializada con perros.
Se da en adopción con pre y pos seguimiento así como con sus vacunas, chip, desparasitada y esterilizada. Si quieres dar largos paseos con Pizca escríbenos.