Rafiki y sus cuatro hermanos fueron abandonados en una caja de zapatos en un camino transitado por personas que pasean a sus perros. Alguien los recogió antes de que murieran de hambre y sed y nos dio el aviso.
Han sido criados a biberon, han salido todos adelante menos su hermanita que falleció al día siguiente.
Rafiki es un cachorro muy listo y espabilado. Adora a las personas y se lleva fenomenal con otros gatos. Es un amor, ronroneador, cariñoso y muy dormilón.