A Mandarina la rescatamos tras varias semanas, tras ella llevaba un lazo metálico en una pata que le habría terminado amputando el miembro, se habría infectado. Es muy muy dulce, no le gusta la soledad, Al siguiente día de su rescate, Mandarina hacía unas cabriolas y fiestas a través de la valla en su box, tan contenta de reconocer a su rescatadora. Sabemos que un hogar de verdad es nuestra y su meta, pero mientras esa familia paciente y buena llegué la vamos a seguir cuidando y atendiendo, la queremos mucho mucho. Está en Cuenca, si estás interesado en adoptarla, contacta con adopciones.cuencanimal@gmail.com también puedes echarle un vistazo a nuestra web http://www.cuencanimal.com